A día de hoy, prácticamente todo el mundo sabe que
el azúcar de mesa es un producto dañino, y digo "producto" y no "alimento" porque en mi opinión no merece ser llamado así. Esto se debe a que su ingesta aporta muchas calorías vacías de nutrientes, ya que es el resultado de un profundo refinado de la caña de azúcar, en la que se elimina cualquier rastro del vegetal original, con sus vitaminas y minerales, y luego se blanquea. Y ahora lo peor, que hará elevar nuestros niveles de glucosa en sangre por encima de lo razonable, lo que conducirá a acumular grasa inmediatamente. Si además abusamos de ello a largo plazo puede producirnos diabetes, enfermedades cardíacas, cáncer... Además, es un pseudo-alimento del que podemos prescindir perfectamente, no tendremos carencia alguna si lo suprimimos totalmente de nuestra dieta, siempre que esta sea equilibrada de por sí.
Con el tiempo, en el mercado han surgido alternativas, los edulcorantes químicos: sacarina, aspartamo, acesulfamo potásico, sucralosa, maltitol, eritriol...y no se si alguno más. Estos productos sintéticos consiguen aportar un sabor dulce libre de calorías, por lo que tienen buena aceptación por parte de las personas.
El problema que plantean es doble: primero que el cuerpo no solo engorda por un exceso de calorías, por lo que no nos salvarán de engordar completamente y segundo que tienen efectos secundarios como cáncer o en alguno de ellos ¡¡hasta ganancia de peso!! En sucesivos posts iremos explicando uno por uno el funcionamiento de estos edulcorantes sintéticos.
Por suerte, tenemos una alternativa natural que se está dando a conocer cada vez más, y es la
stevia. Es un edulcorante sin calorías, que se obtiene de forma natural a partir de una planta con el mismo nombre. Además, no solo no eleva los niveles de glucosa en sangre sino que además ayuda a lo contrario, a mantenerlos bajos. Cada vez se puede encontrar más fácilmente en las tiendas y los supermercados, pero desgraciadamente son timos, ya que suele ser un edulcorante químico con un 2% de stevia, por lo que sigue siendo sacarina, eritriol o lo que le hayan puesto...Por esto, debemos aprender a diferenciar los verdaderos edulcorantes de stevia, de estas imitaciones, tal y como explicamos en el libro
Superalimentos.
Si quieres saber más sobre estos y otros superalimentos, no dudes en consultar nuestro libro