lunes, 8 de abril de 2013

Verdades sobre las grasas y cómo elegir las más adecuadas desde hoy mismo



Hoy vamos a retomar el tema de las grasas ya que hay mucho desconocimiento y muchos mitos entorno a ellas que conviene aclarar. Por ejemplo, las enfermedades del corazón, la diabetes tipo II, y la obesidad nunca han sido escuchadas en la historia de poblaciones de Esquimales a pesar de consumir una dieta extremadamente alta en grasa que abarca principalmente grasa de ballena, grasa de foca, peces de agua fría, y casquería de estos animales. 
No obstante, en este ejemplo debemos destacar que los Esquimales llevan una dieta muy alta en grasas de casi todos los productos provenientes de los animales, su dieta es completamente natural y no contiene ninguno de los alimentos procesados que abarcan la mayoría de las dietas modernas como harinas, dulces o cereales. Otros ejemplos de poblaciones con elevados niveles de salud son los habitantes de las islas del Pacífico y varios países del sureste asiático donde entre el 60 y el 70% de su consumo total de calorías provienen de la grasa de coco. Estas poblaciones que basan en la grasa de coco (la cual contiene más del 90% de grasa saturada) en un gran porcentaje de su dieta, gozaron históricamente de muy buena salud y delgadez, y una vez más, las enfermedades del corazón, la diabetes tipo II, y la obesidad eran prácticamente inexistentes antes de la introducción de las influencias occidentales modernas en cuanto a hábitos alimenticios se refiere. Al igual que los Esquimales, los habitantes de las islas del Pacífico no comían absolutamente ninguna comida procesada de la moderna dieta occidental. Un ejemplo más de poblaciones tradicionales exhibiendo una salud magnífica a pesar de comer una dieta alta en grasa es la de ciertas tribus en África como los Masai y los Samburu. Estas tribus fueron conocidas por consumir la mayoría de su dieta a través de carne, y sangre, consumiendo un promedio de entre 4 y 5 veces la cantidad de grasa y grasa saturada que consumen los enfermos occidentales. Aún así, estas tribus se mantienen libres de las enfermedades degenerativas modernas y muestran cuerpos muy esbeltos.


Vistos estos ejemplos, podemos afirmar que si bien existen diversas poblaciones con dietas muy altas en grasas, debemos destacar que estos nutrientes están incluidos en alimentos que se encuentran en su estado más natural y sin procesar. El incremento histórico en el uso de comidas procesadas y refinadas como la harina refinada, el azúcar refinada, y los aceites vegetales refinados e hidrogenados coinciden con el incremento en males degenerativos como enfermedades del corazón y obesidad.


Es importante saber que todas las grasas encontradas en
forma natural se constituyen de grasas poliinsaturadas, monoinsaturadas y saturadas en diferentes proporciones y la cantidad de cada clase de grasa, viene determinada por la parte del mundo donde la planta o el animal viven.

Teniendo esto en cuenta, vamos a ver como procederemos para elegir las grasas adecuadas antes de consumirlas.
Para entender qué grasas son saludables y cuales no, solo tienes que hacerte las siguientes preguntas simples, pero importantes:

  • Para fuentes de grasa vegetal: ¿ Es un producto natural mínimamente procesado y muy similar a como se encontraría en la naturaleza salvaje o un producto enormemente procesado hasta el punto de que parece un alimento nuevo? Un ejemplo positivo de esto serían las aceitunas y uno negativo las grasas trans de la bollería industrial.
  • Para fuentes de grasa animal (carne o leche): Los animales de los que proceden estas grasas, ¿han sido criados en una granja industrial o son animales libres, alimentados con hierba, y/o en estado salvaje? Un ejemplo positivo serían los huevos ecológicos y uno negativo la carne picada en bandejas al vacío de las grandes superficies comerciales.












martes, 2 de abril de 2013

La verdad sobre la leche. Vol. 2

Hoy vamos a seguir hablando sobre el controvertido y no tan sano alimento llamado leche, y sus derivados. 

Uno de los motivos por el que la leche ha sido ampliamente recomendada por médicos y nutricionistas durante décadas es su, teóricamente, alto nivel nutritivo. Los cuales es cierto para la leche recién ordeñada, pero no es tan cierto para la leche que consumimos diariamente, que está pasteurizada (no se comercializa la leche "cruda"). 

El pasteurizado consiste, básicamente, en esterilizar la leche de posibles bacterias y otros gérmenes a base de someterla a muy altas temperaturas (y a cambios térmicos muy bruscos) para matar los agentes patógenos. La pasteurización se realiza porque en el pasado, las infecciones causadas por la leche de vaca fueron tan elevadas, que si no, el consumo de este alimento no sería viable en modo alguno. 

Es decir que, en estado natural, estamos ante un alimento muy susceptible de contagiar multitud de enfermedades. En su estado pasteurizado, la leche NO soporta estos riesgos... pero es a costa de que en el proceso de pasteurizado la leche sufre cambios estructurales bastante importantes que hace que, ese alimento posiblemente nutritivo en origen ya no lo es tanto cuando lo consumimos en nuestros hogares.

Algunos de los efectos negativos que tiene el pasteurizado en la leche son:

1- A muy altas temperaturas, los aminoácidos de la leche (es decir, las moléculas con las que se fabrican las proteínas) se alteran, resultando inservibles... lo cual provoca que se lleguen a desarrollar hasta reacciones alérgicas a los mismos. En otras palabras: su aporte proteico es limitado y, en muchos casos, contraproducente.
2- Las bacterias que tiene la leche que son BENEFICIOSAS para la salud, se elminan, con lo cual, pierde una de sus principales funciones: regular la flora intestinal.
3- Con el calor, el azúcar de la leche, la lactosa (de la que hablamos en el artículo anterior), se transforma en beta-lactosa. La cual se absorbe muy rápidamente y da sensación de hambre antes de lo debido. 
4- El pasteurizado convierte la mayoría del CALCIO en insoluble, lo cual hace imposible su absorción para el cuerpo humano. Así que, la leche que compramos no debería nunca ser la base de nuestro aporte de calcio. Hay que tener cuidado con esto porque mucha gente intenta combatir una carencia de calcio tomando leche, y esto es totalmente inefectivo. Ante un problema de este tipo recomendamos encarecidamente recurrir a otras fuentes de calcio.
5- Se destruye el aproximadamente 20% del yodo de la leche, lo cual provoca que la leche pueda provocar estreñimiento.

Como veis, una vez más, estamos ante un alimento que no debería ser tan consumido como nos han dicho.







viernes, 29 de marzo de 2013

Desayuno a Base de Superalimentos

Hoy os traemos una vídeo-receta de un desayuno que tiene muy buena pinta, y que contiene varios Superalimentos como el huevo de corral, tomate, cebolla y aguacate. Lo he encontrado buscando recetas para cocinar con la grasa de coco, que estoy probándola tras haber leído que es beneficiosa para la salud y el otro día conseguí por fin encontrarla en un supermercado chino a buen precio. Esperamos que os guste!






lunes, 25 de marzo de 2013

La verdad sobre la leche. Vol. 1

La leche es un alimento cada vez más controvertido, porque la cultura popular y también la medicina de hace 20 años y anteriores, la ha defendido siempre como una de las principales y más importantes fuentes de calcio para el organismo... pero hoy por hoy, cada día hay más estudios que están empezando a decir que no es un alimento tan bueno como parece.

Así que vamos a hablar un poquito sobre este alimento y veremos por qué no es tan recomendable como se pensaba.

La leche es de los pocos alimentos que está formada por los tres macronutrientes a la vez, es decir, que tiene grasas, proteínas e hidratos de carbono. Todo junto. Normalmente los alimentos tienen uno o dos macronutrientes, pero la leche tiene los tres juntos. Si la tomamos desnatada, entonces la estaremos tomando con menos grasa, pero la leche entera tiene los tres. 

El problema es que estos tres macronutrientes no están presentes de una forma muy asimilable para el cuerpo. Veamos por qué:

- Los hidratos de carbono: la leche tiene un tipo de hidrato de carbono llamado "lactosa", que es un azúcar que está presente en todas las "leches" de los mamíferos (también en la humana) y que es muy complicada de digerir para el ser humano, porque las enzimas para digerirla (la lactasa) se tiene en amplias cantidades sólo cuando somos bebés, y de mayores las perdemos. Al no tener suficiene lactasa, el cuerpo adulto no puede digerirla bien, no la reconoce como un "alimento" normal, y se desarrolla una reacción adversa. Una posible solución a este problema es tomar leche sin lactosa. 

- Las proteínas: la leche tiene mucha proteína, pero no toda es buena. Hay varios tipos de proteínas en la leche, pero la que más nos debería preocupar es la "caseína". La caseína supone el 80% de las proteínas de la leche y es un tipo de proteína que el cuerpo tiene dificultad de procesar por ser demasiado viscosa y adherirse con excesiva facilidad a las paredes del intestino (no en vano, la caseína se utiliza para hacer cola de pegamento y pintura industrial, entre otros usos).  Por si esto fuera poco, hay tres veces más cantidad de caseína en la leche de vaca que en la humana... por eso despierta tantas alergias. Una forma de evitar este problema es tomar leche de cabra, que tiene una concentración de caseína prácticamente nula. 

- Las grasas: por si todo esto fuera poco, la leche tiene naturalmente un alto porcentaje graso. Y estas grasas son saturadas. Ya sabemos que las grasas saturadas deben consumirse con moderación (son las mismas grasas que tiene la mantequilla y otros alimentos grasos del reino animal). Esto puede evitarse tomando leche desnatada.

Si tenemos en cuenta sólo estos tres factores, tendríamos que... tomar leche de cabra, sin lactosa y desnatada. La cual NO existe por el momento en el mercado.

Pero... por si todo esto fuera poco, aún quedan más cosas que decir sobre la leche.

¡Lo veremos en el siguiente artículo!








lunes, 18 de marzo de 2013

Los huevos y el colesterol

Como bien sabéis, el huevo (y concretamente la yema del mismo) es uno de los Superalimentos más importantes de nuestro libro, por tener una increíble concentración de vitaminas y minerales naturales, así como ser uno de los que más completo aminograma (conjunto de aminoácidos para fabricar proteínas) que existen entre los alimentos que consumismos.

Ahora bien, muy frecuentemente, se habla de lo nocivos que son los huevos para el colesterol y se dejan de consumir por este motivo. Es por ello que creemos necesario hacer este artículo para desmentir y dar un poco de realidad científica a esas afirmaciones.

En la actualidad no existe ningún estudio serio que desaconseje el consumo de huevos debido a una subida del colesterol. Es más, los especialistas, cada vez más, aconsejan tomar huevos (yemas incluídas) como base de una alimentación sana. Para no repetir como un loro, os dejo aquí varios artículos que hablan sobre este tema y que podéis ojear vosotros mismos:





De hecho, los últimos estudios científicos sugieren que podrían ser  los dulces y harinas industriales tan consumidos diariamente la principal causa de enfermedades cardiovasculares. 

Eso sí, hay una única matización que merece hacer sobre los huevos: conviene que estos sean ecológicos. Nosotros no siempre recomendamos consumir productos ecológicos porque en muchos alimentos no hay realmente una diferencia probada para la salud. Pero el caso de los huevos sí es un ejemplo muy claro de que sí importa que no procedan de granjas industriales. 

Si no dispones de un herbolario cerca, una opción intermedia y bastante mejor (y saludable) es consumir huevos de gallinas "camperas", que están disponibles en cualquier supermercado. Y tienen precios bastante razonables. 







miércoles, 13 de marzo de 2013

Mantequilla y Margarina

Hoy os traemos un vídeo explicando las diferencias entre la mantequilla y la margarina, y como la mantequilla normal es más saludable que la margarina debido a que esta última contiene grasas trans.

Para los que no sepáis inglés, no olvidéis activar los subtítulos en español de Youtube.


                               

Por último, aclarar que el vídeo está muy bien para explicar lo que son las grasas trans frente a las grasas saturadas. Pero en lo que no estamos de acuerdo es en que estas últimas sean perjudiciales para la salud, tal y como se creía hasta hace unos años. Explicaremos esto en un próximo post.




sábado, 9 de marzo de 2013

Seis consejos sobre el Aceite de Oliva

Como bien sabéis tod@s, el aceite de oliva es uno de los Superalimentos más saludables que existen. Ahora bien, ni todos los aceites son iguales, ni se conservarán bien si no tenemos en cuenta varias cosas.

Es por ello que vamos a dedicar este artículo a dar varias recomendaciones acerca de cómo comprarlo y utilizarlo:

1- Lo primero y más importante es que el aceite de oliva debe ser "Virgen Extra". Que no sea simplemente "Virgen". El que sea Virgen Extra garantiza que procede de la primera prensada de las aceitunas. Y que estas son de primera calidad (frescas). Su acidez por ley no puede superar los 0,8 grados. Que es lo ideal. El aceite simplemente "Virgen" ya no es igual de buena. Y de ahí para abajo... estaremos ante sucedáneos nada recomendable.

2- Cuidado con las marcas que compramos. No todas son igual de fiables. Merece la pena leer este artículo:


3- Al cocinarlo, lo ideal es utilizar el aceite sólo una vez. Y, a ser posible, utilizarlo a la "plancha" y no en grandes frituras. No es nada recomendable mezclar el aceite viejo con el nuevo, porque el usado hace que el aceite "nuevo" se queme más rápido. Así que, si hay que usar más aceite para cocinar, mejor renovar que mezclar.

4- Taparlo bien después de cada utilización. A menudo, mientras cocinamos, cometemos el error de dejar el  aceite destapado durante un rato. O incluso usamos envases en los que entra aire. Esto no es nada recomendable. El aceite debería estar lo más herméticamente cerrado posible para mantener todas sus propiedades.

5- Que el bote sea opaco, de cristal (preferentemente) o de plástico. Nada de envases metálicos, que pueden estropear el aceite.

6- No consumir aceites que lleven más de un año envasados. Lo ideal es no superar los seis meses de envasado. Por ello, no recomendamos utilizar envases muy grandes de aceite, sino todo lo contrario. Cuantos más pequeños sean los envases que compremos, mejor.


¡Esperamos que os hayan servido estos consejos!